domingo, 9 de septiembre de 2012

Capítulo 2

El sol entraba por mi venta y el despertador sonaba, mi mano buscaba desesperada mente el botón para apagar el despertador, lo apague y me frote los ojos, las ocho de la mañana, tenia que levantarme y prepararme las ultimas cosas ya que el vuelo salía a las nueve, la verdad es que no estaba muy entusiasmada por ir a Escocia, supongo que cualquier persona en mi lugar lo estaría aun que por una parta no ver la cara de Fer y Lucas en un tiempo no estaría tan mal. Me levante de la cama y fui al baño de mi habitación a lavar me la cara antes de bajar a desayunar. Entre en el baño con los ojos entre abiertos ya que la luz que entraba no me dejaba abrirlos del todo, me acerque al espejo y abrí el grifo y con las manos me eche un poco de agua en la cara, me seque con la toalla y salí del baño; me acerque a la mesilla y cogí el móvil, dos mensajes uno de Lucas y otro de Fer, abrí el mensaje de Lucas. 
''Hola, se que no tienes muchas ganas de hablar conmigo pero para mi lo de ayer fue muy especial y quiero que sepas que no eres como las demás, cuando vuelvas a España llama me por favor, te quiero''
No me apetecía contestar así que abrí el mensaje de Fer. 
''Nicol, cuando vuelvas a España llama me tenemos que hablar, un beso'' 
Tampoco tenia ganas de contestar, deje el móvil en la mesilla y baje a la cocina. Por las escaleras olia a tostadas y a café, entre a la cocina y estaba mi madre sentada en la mesa comiendo tostadas y bebiendo café.
-Hola cariño, te he preparado un café y unas tostadas. 
-Gracias mama.
Me senté a su lado y empecé a desayunar, mi madre se levanto de la mesa y subió arriba a terminar de preparar todo para el viaje, yo me quede desayunando y cuando termine deje todo encima de la mesa. Me levante y subí a mi habitación para darme una ducha y acabar de preparar todo; subí la escaleras y entre al baño de mi habitación para darme una ducha rápida, salí de la ducha y me cogí una coleta y seguido un moño no muy bien echo, salí del baño y fui al armario para cambiarme, cogí una camiseta de manga corta la sudadera de Oxford rosa, pantalones cortos vaqueros y deportivos anchos. Metí el neceser en la maleta y la cerré, la baje por las escaleras y la metí al coche, me monte y me puse el cinturón y los cascos, entraron mis padres y nos pusimos rumbo al aeropuerto. 
La verdad es que nunca había estado en el aeropuerto porque no suelo viajar, pero me hacia bastante ilusión este viaje. Entremos al aeropuerto que estaba lleno de gente, pero era bastante grande, nos acercamos al mostrador para los pasaportes y todo ese rollo; tras treinta largos minutos por fin subimos al avión y yo me senté en la ventana ya que me gusta escuchar música y mirar por la ventana. El avión encendió motores y yo me puse los cascos y me apoye en el asiento y no tarde mucho en dormirme. 
-Varias horas después- 
-Niki, Niki- se oía de fondo- venga Niki despierta. 
-¿Ya hemos llegado?- dije un poco desconcertada. 
-Si, coge las maletas que el taxi nos esta esperando para ir a casa de la tía. 
Me levante con las piernas un poco entumecidas tras tanto rato sin poder mover las, cogí mi maleta y baje las escaleras del avión, en frente había un taxi negro y amarillo que nos estaba esperando con el maletero abierto para guardar las maletas, el señor que conducía se acerco a nosotros y metió las maletas al maletero, cerro el maletero y nos abrió las puertas para que entráramos. El camino fue en silencio, yo no podía ni hablar del asombro que tenia al ver esas grandes calles repletas de preciosas casas, la mañana había entrado hace tiempo y el sol iluminaba pero el frío se notaba. El viaje no duro mucho, varios minutos que no pude ni calcular por mi gran asombro, parecía una niña frente al escaparate de una jugueteria; el coche se detuvo frente a una gran casa blanca y marrón, con un precioso jardín muy bien cuidado igual que el resto de la casa, salí del coche y en la entrada de la puerta había dos personas que suponía que nos estaban esperándonos, cogí mi maleta y junto a mis padres nos acercamos a la entrada para que nos recibieran mis tíos escoceses. 
-Hola- dijeron mis tíos y se acercaron a darnos dos besos a todos- ¿Que tal a ido el viaje? 
-Bastante bien- dijo mi padre. 
-Me alegro, bueno os dejamos las llaves y nos vamos que con el funeral hay mucho follón- tendió la mano y en ella había una pequeña llave para esa gran casa. 
-Hasta mañana- dijo mi madre que procedió a abrir la puerta. 
Entramos y eso era como el paraíso, la entrada era bastante grande y tenia dos puertas que iban a ambos lados de la casa y en el centro había unas escaleras de color madera oscura que contrastaba perfecta mente con el resto de los muebles y puertas en el mismo color y sobretodo con el blanco pero elegante de las paredes, mi padre me indico que subiera arriba donde intuía que se encontraban las habitaciones, cogí mi maleta y subí detrás de mis padres, arriba había un gran pasillo con muchas puertas de color madera. 
-Tu habitación es la del fondo cuando acabes de deshacerte la maleta baja abajo. 
A sentí con la cabeza y me dirigí al final del pasillo, abrí la puerta y en su interior había una gran cama de color blanco y muebles de color madera claro, las paredes eran color pastel igual que las cortinas. Me acerque al armario y me dispuse a deshacer la maleta que no me costo mas de diez minutos, cerré la puerta y baje al salón. -¿Queríais hablar conmigo? 
-Sientate- dijo mi padre- Haber, como estamos en Escocia y eso tu madre y yo queremos disfrutar de nuestro amor y bueno se nos paso comentarte que nos quedamos casi todo el verano aquí, así que toma dinero y a las 9 aquí. 
-Pero... 
-Venga va vete a dar un vuelta. 
Cogí una mochila marrón y me fui a dar una vuelta, la verdad es que no sabia donde ir pero vi no muy lejos de la casa una especie de bosque y fui a curiosear. Me puse a andar y para llegar al bosque había que pasar un gran puente que parecía bastante viejo pero resistente, debajo de el había un gran y limpio rió; cruce el puente y me adentre en el bosque.
-10 minutos después- 
Estaba mirando los árboles, las hojas el suelo, algún pequeño animal que se escondía del sonido de mis pasos cuando de repente una luz me deslumbro de tal manera que caí al suelo, cuando la luz menguo su intensidad me acerque y lo cogí, era como una especie de amuleto de color azul. Lo estaba observando cuando de repente alguien me agarro de la cintura me tapó la boca y me puso detrás de un árbol sin querer soltarme.

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